viernes, 21 de abril de 2017

¿Son normales tantas bajas por ansiedad, estrés o depresión en Capgemini?

En estos dos últimos años, en este centro de trabajo de Madrid se han disparado las bajas por ansiedad, estrés y depresión. Que tengamos constancia, ha habido este tipo de bajas en proyectos y servicios para clientes como Banco Popular, Telefónica, Gas Natural, Repsol y suponemos que en más clientes, pero la empresa no nos facilita esta información.

En esta situación de crisis permanente en la que nos mantienen artificialmente los estados y los lobbies del capital, las empresas están pescando en río revuelto con la espada de Damocles de los despidos, ya que como la gente tiene el vicio de comer todos los días y necesita el sueldo para poder vivir dignamente, acepta trabajar hasta horas interminables en proyectos mal planificados y mal gestionados.

España está entre los países líderes en antidepresivos y ansiolíticos, y  parece que nuestra compañía no tiene problema en ayudar a mantener ese liderazgo. Dopar a la gente con este tipo de psicotrópicos no es la solución, y a la vuelta al trabajo después de varios meses de baja, al no cambiar la situación, muchas veces se produce la recaída en una nueva depresión ¿Hasta dónde se va estirar la cuerda en algunos proyectos? ¿Hasta que pase algo que nos tengamos que lamentar todos y que no tenga solución?

En esta compañía falta mucha empatía por parte de gestores y jefecillos, que creen que con mano dura se solucionan los problemas, que gestionan las personas como meros clínex de usar y tirar, buscando exclusivamente la solución cortoplacista y más sencilla para ellos a los problemas de gestión (¿qué es eso de replanificar un proyecto y gestionar al cliente o hacerle ver al cliente lo que es razonable y lo que no?), sin ver que más allá de cualquier trabajador hay una persona.

Es hora de que Prevención de Riesgos Laborales tome cartas en este asunto, que se vea el número de bajas que ha habido por este tema en estos últimos años y en qué proyectos o clientes se producen con mayor asiduidad, y que una vez analizado se tomen medidas, pero no de tipo cosmético, sino reales, y que se haga seguimiento de este problema que sacude nuestro centro de trabajo.

La solución no es cambiar una persona por otra cuando ésta se ha roto, no somos máquinas, los beneficios, cumplimientos de objetivos, subidas y bonus de unos pocos no pueden ser a costa del sufrimiento del resto.

La empresa habla de atraer y retener el talento, para eso hay que cuidar a la gente que está en la compañía si queremos que estas personas hablen bien de ella e inviten a otras a incorporarse.

Tenemos que concienciarnos de que el primer paso para cambiar o revertir esta situación somos nosotros mismos.

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